Con sus colores verde esmeralda, amarillo, rojo, terracota, entre otros muy veraniegos y el juego entre diferentes tejidos como la licra, el tejido de punto (el cual amé), el rayón, algunos unicolores, otros estampados en flores pixeladas y gráficos de punto cruz, otros doble faz, reafirmaron su identidad. Los zapatos que quedaban perfectos con cual look, producidos por Melissa y las cartera estampadas en las mismas telas de la colección, con borlas y su agarre en acrílico.
Fotos @pepapombo
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